12.8.11

Domingo - Tove Ditlevsen



Nunca ocurre nada los domingos.
Nunca encuentras un nuevo amor en domingo.
Es el día de los infelices.
Día de pensión o día de familia.
Las horas más dolorosas de la amante
cuando se imagina a su amado
con sus hijos en las rodillas
mientras su mujer, sonriente,
entra y sale con tentadoras bandejas.
Un día maldito.

Alguna vez tuvo que haber sido diferente.
¿Por qué si no tendríamos todos
que esperar con ansias el domingo durante toda la semana?
¿Quizá cuando íbamos a la escuela?
Pero ya entonces las campanas sonaban
compungidas y grises como lluvia y muerte.
Ya entonces las voces de los adultos
eran débiles e insonoras como si buscasen a tientas
y en vano las palabras dominicales.

El olor a humedad y a pan mohoso,
a sueño, botas de goma y achicoria
ya subía entonces por la escalera
y la calle, que estaba dura, vacía y diferente
de una manera desolada ­
El olor dominical nos forraba
con la gruesa capa de la decepción
que sigue a una expectativa
sin meta específica.

Pero, entonces ¿cuándo? En un lugar anterior a la memoria
hubo felicidad, una expectativa irresistible
que todavía nadie había sido capaz de defraudar.
Entonces las campanas significaban que papá estaba en casa,
el bigote, las negras cejas y el olor a tabaco mascado
estaban allí y allí quedaban, en un lugar cercano,
y quizá la risa de tu joven madre
sonaba más alegre que los otros días.

Es domingo. Tú nunca encontrarás
un nuevo amor ese día.
Estás sentada en el cuarto de estar
apabullada y rígida como una figura de cartón
a los ojos de los niños.
Escarban con los pies
y se pelean sin energía.
«Deberíamos hacer algo», dices.
«Sí», dice una voz detrás del periódico.
Entonces os calláis los dos, porque todo lo que tenéis ganas
de hacer es oculto y secreto
y sería inaceptable para el otro.

Las campanas de la iglesia suenan. Las narices de los niños
se llenan de desesperanzado olor heredado.
Sobre sus dulces rostros se desliza
una fealdad pasajera.
Una luz marchita
nace en sus ojos.

Pero todos esperamos el domingo
toda la semana, toda nuestra vida,
esperamos la ilusión de cientos
de largos domingos vacíos, agotadores.
Día familiar, día de pensión,
el infierno de los amantes secretos.
Ese día en que la nauseabunda grisura de los adultos
impregna a los niños y establece
la incomprensible melancolía dominical de los años venideros.

Tove Ditlevsen (Copenhague - Dinamarca 1917)

9 comentarios:

Darío dijo...

El domingo ha de ser El país del nunca jamás. El poema es un domingo.

Sandra dijo...

Tell me why I don´t like Sundays...
propongo cambiar la letra de la canción y saltar del sábado al lunes!

Saludo, muy bueno lo publicado.

Isabel dijo...

sii totalmente Sandra! siempre dije que deberia ser sábado y al otro dia lunes!!!

Un beso!

vera eikon dijo...

El poema me encanta, pero siento (o me alegro, que no sé)discrepar. Ya hace años que me gustan los domingos, que soy feliz en domingo. Y creo que los sábados no serían sábados, si después saltáramos al lunes. En ese caso los sábados serían domingos....Bueno, quizás se deba a que ya no escucho como mi padre sintonizaba el carrousel deportivo (que para mí sintetizaba todo el tedio del domingo)en la radio. O porque en domingo no tengo obligaciones. Ni siquiera tengo la obligación de divertirme. Es como si el dominto fuera un día que me invento. Y a veces incluso invento un día en el que no inventar nada. Bicos!!!

Isabel dijo...

Me encantan tus comentarios Vera!
Yo he disfrutado y no los domingos...
Muchos años fueron sinonimo de tristeza, soledad y resaca...
Cuando tu corazon esta feliz los domingos se difrutan mas que cualquier dia a la semana, pero eso depende del estado de ánimo de cada uno.

BiCoS! =)

vera eikon dijo...

Sí que es verdad, cuando uno está a gusto y feliz todos los días son susceptibles de ser fiesta. Pero sin embargo,ese desasosiego de los domingos es demasiado común. ¿Será que la mayoría vivimos descontentos y el domingo, al sustraernos de la rutina no podemos evitar percatarnos???

Isabel dijo...

Puede ser eso último Vera!
La rutina nos mantiene en movimiento y a veces no nos deja ni pensar, el domingo es tanto el ocio que pensar en cosas que durante la semana¨"no tenemos tiempo" es inevitable.

Beijos ;)

just me dijo...

Hola Isza!!! que lindo todo tu blog!!! me encantó escribis cosas muy lindas!!! Tuve uno hace unos años...nunca habia escrito nada en mi vida pero el amor y desamor me llevaron a abrirme uno y descubrir este mundo... el bolg me ayudaba a descargar pero tambien me abtraia en un mundo de pura tristeza..me dio un poco esa sensacion de nuevo al leer ciertas cosas.
Transmitis bien las sensaciones

Isabel dijo...

Gracias Flor! igual espero que no te pongas mas triste al leer cosas por aqui, no no, jeje
Besote!